Conseguir un empleo es algo que requiere constancia, paciencia y cierta metodología. Se suele decir que “buscar trabajo es un trabajo” y si se quiere tener éxito en la búsqueda así será, pues el tiempo de preparar un puesto laboral va más allá del envío del currículum. Por eso se deben tener en cuenta las siguientes claves.

Personaliza el Currículum. En cada empresa buscan un perfil diferente, incluso si la búsqueda es dentro del mismo sector. La experiencia o formación recibida debe adaptarse el puesto de trabajo que se oferta, para dar a entender a la persona que selecciona que nuestra candidatura reúne un bagaje que nos permitirá desempeñar las funciones, tareas y responsabilidades asociadas a ese puesto de trabajo. Todo esto debe ser resumido en, como máximo, dos páginas.

Adjunta una carta de presentación. Este documento, además de servir de introducción al CV puro y duro, permite resumir nuestros principales puntos fuertes, explicar por qué estamos interesados en el puesto, así como ofrecer un perfil de la persona que opta al puesto de trabajo a modo de presentación. El lenguaje debe ser claro y conciso con verbos activos y un tono positivo. La carta de presentación no debe tener más de una hoja.

Prepara la entrevista. Se deben preparar varias fórmulas. Por un lado el “cara a cara” con el entrevistador o entrevistadora y por otro las llamadas dinámicas de grupo, en la que cada una de las respuestas cuenta para bien o para mal. En ambos casos, es importante estar tranquilo, mostrarse natural, responder con educación y ser firme en las cuestiones que se pida resolver. Vestir adecuadamente en función del puesto de trabajo al que se opta y llevar consigo los documentos que acrediten su experiencia y formación serán de gran utilidad.

Investiga sobre la empresa. Es importante conocer cuáles son las funciones asociadas a un puesto de trabajo para conocer si realmente nos interesa optar a él o no. Conocer la empresa para la que vamos a trabajar también es un aspecto a tener en cuenta, ya que así evitaremos sorpresas como entrar a una plantilla donde los trabajadores llevan meses sin cobrar o donde la compañía tiene pensado realizar un expediente de regulación de empleo.

No mentir. Es la última de las premisas a tener en cuenta. No mentir en la carta de presentación, ni en el currículum ni en la entrevista, ya que si la empresa descubre la verdad las consecuencias serán mucho peores que de haber sido sinceros.