Más allá de la frase que repiten las madres “estudia hijo estudia, para ser un hombre de provecho”, la estadística revela que las personas con un nivel de estudios menor tiene una tasa de paro más alta, pero dentro del grupo que decide emprender estudios universitarios, ¿qué nivel de inserción laboral obtiene luego? La respuesta es: depende de la carrera elegida.

Entran en juego también otros factores como el momento económico, la demanda de productos o las inversiones en unos sectores u otros, pero sólo en base a la educación obtenida en la Universidad, éstos son los resultados que podemos contar.

Un informe del Instituto Nacional de Estadística ofrece una clasificación de los estudios universitarios en función de la tasa de paro del pasado año. Los que más trabajo encuentran son matemáticos y estadísticos, según esta tabla en la que uniendo aquellos que se dedican a los servicios de seguridad la tasa de desempleo está por debajo del 10%.

En el otro extremo encontramos, con más de un 23% de la tasa de paro, las carreras de la industria manufacturera y producción, arquitectura y construcción, así como las artes.

Sin embargo, en la cola de la tabla pueden verse otros dos grupos: uno se refiere a aquellos que tienen una formación básica, es decir, Educación Secundaria Obligatoria o, como máximo, Bachillerato. Este grupo de población supone el segundo de mayor paro, con un 30,89% de tasa de desempleo. Sólo le supera, con un 39,25%, un grupo indefinido, con formación no especificada.

Si nos fijamos en la tasa de actividad, son otros los sectores que aparecen en la parte alta de la estadística. Con más de un 90% de ocupación estarían los sectores de la informática y la veterinaria. Sin embargo, vuelve a darse el caso de que los grupos de menor formación suponían un porcentaje menor de ocupación, no alcanzando el 50%.

Según la información del INE, de los 38,5 millones de españoles con más de 16 años, el 62% sólo tienen formación básica. El resto ha continuado cursando estudios superiores, especialmente en los campos de la Enseñanza comercial y la administración (casi un 8%), la mecánica, electrónica u otras formaciones técnicas (casi un 6%) y la salud (4%)

Podemos concluir, por tanto, que a menos formación, mayor probabilidades de estar en paro hay.