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Actualidad

Los voluntarios son para el verano

Tragedias como la que recientemente ha ocurrido en Nepal, donde dos terremotos han hecho añicos el país en apenas unas semanas, nos hacen darnos cuenta de que quizás la posibilidad de formarse, trabajar, recibir prestaciones sociales y tener un techo donde cobijarnos es una suerte de la que no todo el mundo puede disfrutar.

Por eso, sin menospreciar a aquellas personas que están sin empleo y que también lo están pasando mal, el voluntariado es una interesante opción de adquirir experiencia y aumentar el currículum mientras se ayuda a otras personas.

Los campos de trabajo es una de las opciones más conocidas. Se pueden solicitar a través del Gobierno de cada Comunidad Autónoma, así como para en el plano internacional.

Los programas se dirigen mayoritariamente a menores de 30 años y no suelen exigir una formación específica. Sí hace falta tener capacidad de trabajo en equipo, habilidades sociales para relacionarse con otras personas, respeto por otras culturas, razas y costumbres, así como competencias lingüísticas de nivel medio, al menos, de los idiomas más comunes como puede ser el español, el inglés o el francés.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) son también una buena opción de acudir a otros lugares para ayudar a la población y, de paso, conocer el país desde dentro, más allá del plano turístico.

Además de las páginas web sobre voluntariado, hay programas específicos a nivel europeo e internacional que implican acudir a otro país durante al menos quince días.

Si no te gusta volar o no quieres irte demasiado lejos, seguro que en tu ciudad o pueblo hay muchas formas de ayudar a los que te rodean. Asociaciones culturales o deportivas, campamentos de ocio y tiempo libre, dinamización de actividades con personas de la Tercera Edad, así como conocidas entidades como Cáritas Diocesanas o Cruz Roja.

Incluso puedes aplicar tus conocimientos profesionales para ayudar desde casa a organizaciones sin ánimo de lucro, bien a través de Internet, bien en persona en tus ratos libres.

Incluir el voluntariado en tu currículum ayudará a reflejar algunas de tus competencias, aplicables  en el trabajo: la capacidad de realizar proyectos en grupo, el respeto por otras ideas, la posibilidad de sacar adelante actividades contando con pocos recursos, el desarrollo de tus competencias lingüísticas y preocupación por los temas sociales, bien a nivel local, bien a nivel internacional.