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No pasé la entrevista de trabajo

Al igual que en el artículo sobre cómo afrontar una entrevista de trabajo, el primer consejo que debemos seguir al conocer que no superamos esta prueba es el mismo: respira hondo y tranquilízate.

Esto no quiere decir que esté todo perdido. Esa empresa se quedará con tu currículum y podría requerirte en el futuro, para otro puesto que se adapte mejor a tus características profesiones o tu perfil laboral. Por eso, tanto antes de salir de la sala donde se lleve a cabo la entrevista de trabajo o cuando te comuniquen la decisión de no continuar en el proceso, debes mostrarte amable y agradecido. Así lo aconsejan desde la revista Forbes, donde apuntan a ser consciente de la oportunidad y tiempo que te han dedicado y a la profesionalidad que se demuestra llevando el buen perder con educación. Pocas personas responden a esa negativa, bien por el enfado bien por la decepción que supone. Es por eso que contestar con un agradecimiento podría marcar una diferencia en tu perfil con respecto a otros candidatos.

La despedida no puede sonar definitiva, pero tampoco desesperada. Frases como “si alguna vez necesitan un perfil como el mío, no duden en volver a contactar conmigo” ayudarán a dejar la puerta abierta a nuevas oportunidades profesionales en esa empresa. Si se considera que hay mucha confianza con la persona encargada del proceso de selección, se puede incluso llegar a preguntar qué aspectos habría que completar de tu perfil para ser elegido en la próxima ocasión.

A veces, el propio mensaje de la negativa va acompañado del motivo exacto por el que se ha rechazado tu candidatura. En este caso, no lo tomes como un ataque personal o algo ofensivo e intenta sacarle provecho a la respuesta. Con ello te estarán indicando cómo puedes completar tu currículum, si es que hay alguna carencia, o si el sector profesional al que optas no es el más adecuado.

El último consejo para superar el rechazo en una entrevista de trabajo es que no afecte a la moral. No dejes de intentarlo, sigue buscando y participando en nuevos procesos de selección. Piensa en positivo y asume que esa no era la oportunidad que te estaba esperando sin llegar a deprimirte por ello. Es importante ser valiente y buscar un nuevo tren al que “subirse”.