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El mundo laboral

Sobrecualificación en búsqueda de trabajo

Tiene carrera, máster y habla varios idiomas. Es el habitual perfil de las personas que se consideran “sobrecualificadas” para buscar trabajo en sectores que nada tienen que ver con su formación y que no suelen requerir estudios universitarios.

La principal duda que surge al elaborar un currículum para estos puestos es: ¿elimino los estudios universitarios? ¿Me perjudicará decir que tengo un máster? La respuesta está en aprovechar lo que sea útil para el puesto al que optemos. Por ejemplo, una licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas quiere buscar trabajo en comercios de ropa. Quizás su carrera no sea del todo descabellada, recalcando la orientación a la venta y la facilidad del trato con los clientes. Si tienes experiencia previa puedes colocar primero este apartado y la formación en un segundo plano, pero sin que llegue a desaparecer.

Los idiomas son un punto fuerte en trabajos que sean de cara al público. Hazlos resaltar en el currículum, pero sin mentir. Si dices que tienes cinco años de experiencia detrás de un mostrador y no es verdad, en la prueba que te realicen dentro de la entrevista o a los pocos días de que te contraten descubrirán que no sabes usar el terminal de punto de venta o cualquier otro sistema de etiquetado y será peor.

Como en cualquier trabajo al que optes, no olvides adaptar el currículum a la oferta y empresa concreta. Infórmate de la compañía a la que presentarás tu candidatura e intenta potenciar los puntos fuertes de tu formación y experiencia que mejor se adapten a ella. La presentación de un CV original hará diferenciarte del resto de candidaturas

Hay expertos en Recursos Humanos que recomiendan adjuntar una carta de presentación en la que se expliquen los motivos por los que una persona sobrecualificada quiere optar a otro puesto fuera de su sector. Más allá de la necesidad económica, destaca los aspectos personales que puedan ser interesantes para la empresa y dale un tono positivo a tu candidatura, explicando qué aspectos te motivan de ese puesto de trabajo y cuáles son tus retos profesionales. Valora el puesto con tanta importancia como si fuese la del mismísimo director del Banco Central Europeo. No se debe menospreciar otras ofertas laborales ni pensar que nos estamos “rebajando”. Todo trabajo tiene una enseñanza para nosotros y no sólo debemos descubrirla con ilusión, sino explicar los retos y perspectivas de desarrollo tenemos dentro de esa empresa.