España tiene casi dos millones de parados con más de 45 años. Estas personas tienen una difícil situación que afrontar, pues la falta de empleo supone en muchas ocasiones enfrentarse al reto de obtener ingresos para sustentar los hogares, así como a sentirse “viejo” en el mundo laboral, aunque la esperanza de vida sea mucho mayor y la jubilación no se vea tan cerca como les gustaría.
Por eso vamos a profundizar en algunas claves para que este colectivo tenga más opciones para encontrar trabajo, siendo la primera la experiencia profesional que te han aportado todos esos años. En el currículum es mejor poner menos cosas, pero dejar claro en qué se está especializado. Así, la búsqueda también se orientará más, enviando ese currículum a las empresas del sector en el que deseas trabajar. Esto no es impedimiento para el siguiente consejo, que consiste en reciclar conocimientos. Busca cursos de formación a través de las oficinas de empleo, de los organismos de tu ciudad y hasta de Internet, donde podrás encontrar múltiples conocimientos sin moverte de casa.
La informática es un elemento clave hoy en día. Si no te llevas bien con los ordenadores es hora de hacer las paces con ellos. Pide ayuda a familiares (hijos, nietos, sobrinos, etc.), busca cursos que puedan ayudarte a ponerte al día y adquiere nuevas habilidades tecnológicas que pueden abrirte puertas a oportunidades profesionales, ya que incluir este tipo de títulos en tu currículum reflejará tus ganas por adaptarte a las nuevas situaciones y tu espíritu joven.
No descartes montar un negocio por tu cuenta. Si crees que eres el mejor haciendo cordones para zapatillas puedes capitalizar el paro que te corresponde para invertirlo en la creación de una empresa. Para ello, acude a asesores laborales y oficinas de información y ayuda al emprendedor para que te asesoren sobre la situación del mercado laboral en el sector en el que quieres hacerte un hueco, así como de otras cuestiones como las subvenciones a las que puedes optar.
Mientras buscas empleo intenta mantenerte activo y, sobre todo, positivo. El voluntariado puede ayudarte a llenar el tiempo de espera a la respuesta de esos currículum enviados, además de hacerte sentir mejor como persona por prestar tus conocimientos y parte de tu jornada a ayudar a otros que lo necesitan.
Por último, no descartes buscar ayuda en profesionales para agilizar el proceso de encontrar trabajo. Inscríbete en bolsas de empleo, contacta con empresas que gestionan puestos de trabajo y acude a entidades expertas en la inserción laboral.
