Cada trabajo tiene su nivel de estrés, pero hay algunos que implican trabajar constantemente bajo presión, lo que genera una cierta ansiedad que, si no se logra manejar, podrá hacer enfermar a quien la sufre.

Trabajos en que hay que terminar teniendo la fecha encima, clientes que meten prisa o imprevistos que retrasan todo lo anterior. Todo eso supone inventarse estrategias para terminar tareas y resolver problemas rápidamente y con los recursos que se tengan a mano.

Por otro lado, la presión en cierto nivel puede ser buena ya que nos mantiene activos y sirve para comprobar si somos eficientes resolviendo una situación. Para enfrentarla sin que haga daño a nuestra salud hay que aprender las técnicas para manejar el estrés y saber cómo organizarse.

1. Mantener el control

Lo primero que hay que aprender a hacer es templar tus emociones. Si te dejas llevar por el pánico, no puedes pensar con claridad. Pero, si intentas transformar los nervios en energía útil para resolver la situación, ya has hecho lo más importante.

Puedes también hacer uso de algo que te funciona para tranquilizarse, como llamar a tu mamá o a una persona que te ponga de mejor humor.

2. Pensar positivamente

Es muy frecuente que cuando piensas negativamente en algo, luego ocurra, porque te estás predisponiendo para eso, así que debes enfocarte en el resultado que deseas obtener e intentar lograrlo.

Muchas veces también nos quedamos estancados pensando en el resultado que obtuvimos y nos desmotivamos. Tenemos que analizar lo que hicimos y pensar positivamente cómo lo podemos mejorar.

3. Evaluar detenidamente la situación

Es importante identificar qué es lo que hay que hacer para evitar errores y no empeorar la situación. Una vez que se tiene claro cuál es la prioridad se hace una lista de lo que te está molestando y lo que puedes hacer para remediarlo. Antes de actuar, hay que parar y evaluar.

4. Tener un plan

Una vez que tengas un plan hecho de antemano, todo esto es más fácil: sólo tienes que ejecutarlo por orden. En cada situación es buena idea anotar qué haces para resolver una situación. Más tarde, con los ajustes apropiados, tus apuntes pueden servirte de guía.

Con todos estos consejos lograremos disfrutar de la vida controlando nuestras reacciones ante las dificultades y afrontar el estrés que se puede presentar en el entorno laboral.