Si tienes que recuperar alguna asignatura o hacer exámenes universitarios, hoy traemos algunos trucos para estudiar mejor y que las horas que dediques delante de libros y apuntes sean más rentables, obteniendo así mejores resultados en tu formación.
Estructurar contenidos es clave. Empieza por lo más difícil y reserva los contenidos más ligeros para el final del horario que te planteas. Captar la idea esencial de los temas y saber desarrollarlos es clave para estudiar con más facilidad. Los esquemas y resúmenes te ayudarán a identificar esta idea. El horario no debe basarse en el número de horas, sino en los contenidos que tienes pensado aprender cada día. Ten en cuenta que hay jornadas en las que estarás más despejado y memorizarás con mayor rapidez y otras en las que puede que te cueste aprender más las cosas. Procura mantener el optimismo a pesar de las dificultades.
Descansa bien. Si te han dicho alguna vez que por la mañana se está más fresco, pero tú sientes que rindes mejor en horario nocturno no les hagas caso. Lo importante es que duermas las horas necesarias para estar descansado y luego adaptes el resto de la jornada al horario que elijas para estudiar. Si memorizas después de comer o cenar, procura ingerir alimentos ligeros para evitar que te dé sueño, algo que entorpecerá tu concentración.
Relaciónate con otros compañeros. Estudiar solo en casa o con gente en la biblioteca es una opción muy personal, pero no por elegir la primera opción debes dejar de relacionarte con otros compañeros. Si conoces gente que estudie lo mismo que tú, aprovecha para consultar con ellos las dudas que te puedan surgir en los contenidos o para contaros los temas el uno al otro. Estas explicaciones reforzarán los conocimientos de ambos.
Aprende a despejarte. Amigos y familiares también te pueden ayudar a despejarte y pensar en otra cosa, especialmente en la época intensiva de exámenes universitarios o si estás preparando una oposición. Mantén activa tu vida social para no olvidar que hay vida más allá de los apuntes. Hacer deporte también es muy necesario para que el cuerpo no se atrofie, así como para liberar tensión.
Recompensa al final del día. Reserva algún tipo de premio para cuando acabes la jornada de estudio. Tu cena favorita, ver una película tumbado en el sofá o comer una chocolatina son algunos ejemplos de pequeños placeres que harán romper con la monotonía de memorizar.