Según los últimos informes acerca del desempleo en Europa, publicados por la agencia de estadísticas de la Unión Europea (Eurostat), España sigue en el segundo puesto de los países con más desempleo de la EU, solo de tras de Grecia que encabeza la lista.

En un gráfico incluido en el estudio se presentan los datos relativos a los meses de octubre y noviembre 2013 en que se ve claramente la posición de España, con más del 22% de todo el desempleo de la Europa de los 28 y el 30,7% de la Europa de los 17.

Los datos europeos de diciembre vienen acompañados con los niveles de desempleo juvenil, donde España también es casi líder con 54,3% de los jóvenes por debajo de 25 años en paro.

En febrero 2014 en toda la UE, la tasa de desempleo se situó en el 10,6%, manteniéndose prácticamente estable desde octubre de 2013. Por otro lado, en el mismo mes, la tasa de paro masculino de la zona euro se incrementó una décima llegando al 11,8% mientras el paro femenino descendió al 12% en la eurozona, frente al 12,1% del mes anterior.

Respecto a febrero del año anterior, la cifra de desempleados entre los 28 descendió en 619.000 personas y en 166.000 en la zona euro. En este sentido, España fue el país de la UE donde más se redujo el desempleo (-315.000), por delante de Polonia (-144.000), Alemania (-125.000) y Portugal (-125.000).

No obstante, en los primeros mese de este año 2014 la situación ha visto un nuevo empeoramiento, dado que la tasa de paro ha pasado desde el 22% de noviembre al 25,6% de febrero. Otro dato alarmante es el número de desempleados contabilizados por los registros del SEPE, que ha aumentado durante el mes de enero en 113.097 personas, contabilizados el total de parados en 4.814.435 desempleados. Sin embargo, hay que considerar que estos datos son los habituales de enero y febrero, meses en que se incrementa fuertemente el desempleo a causa de la finalización de contratos temporales.

A la luz de estos nuevos datos, está claro que la situación del paro en España permanece preocupante y que la nueva reforma laboral no ha tenido, hasta ahora, ningún impacto positivo. Parece que todavía hay los que piensan que el camino correcto para salir de la crisis es a través la bajada de los sueldos y los despidos, envés de invertir en la creación de empleo y fomentar la formación.